martes, 17 de septiembre de 2013

Vida cotidiana de los incas.



Vida cotidiana
Comidas
En la vida del Inca no todo era trabajo, también había diversión.


Aunque la dieta de los incas era muy variada, había muchas diferencias entre los alimentos que consumían los distintos sectores de la sociedad.

La gente del pueblo tomaba sólo dos comidas al día. El plato usual de los Andes era el chuño, o harina de papa deshidratada. Se le añadía agua, ají o chile, y sal y se ponía a hervir. 

También preparaban el locro con carne seca o cocida, con mucho ají, pimienta, papas y frijoles. 
Comían, además, gran cantidad de frutos, como la tuna del cactus o el tarwi. 

El maíz era bastante consumido y se preparaba hervido o tostado.
Los nobles y la familia real, se alimentaban mucho mejor que el pueblo.

 En la mesa del Inca no solía faltar la carne, tan escasa para el pueblo. 

Comía carne de llama, de vicuña, de patos salvajes, de perdices de la puna, de ranas, de caracoles y de pescado.
La comida comenzaba con frutas. 

Luego venían los manjares, presentados sobre una estera de juncos trenzados que se tendía en el suelo. 

El Inca se acomodaba en su asiento de madera, cubierto con una tela fina de lana, y señalaba el que le apetecía. 

Entonces, una de las mujeres de su séquito, se lo servía en un plato de barro o de metal precioso, que sostenía en sus manos mientras el Inca comía. 

Las sobras y todo cuanto el Inca había tocado, debía ser guardado en un cofre y quemado luego, dispersándose las cenizas.

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